Tres son los municipios que bajaran la Autoridad Portuaria y la Consellería de Política Territorial para conseguir dotar al puerto de Marín de una Zona de Actividades Loxísticas (ZAL) después de que ambas Administraciones descartasen el concello de Marín como ubicación de este espacio por sus carencias en las infraestructuras. Según fuentes próximas a esta planificación, los municipios con más posibilidades son los de Vilaboa, Pontevedra o Barro. Esta Zona de Actividades Loxísticas tendrá una extensión de 50 hectáreas.
En cualquiera de los tres casos se cumplen los requisitos básicos para su desarrollo. Hay suelo suficiente para poder clasificarse para la actividad logística del puerto y tanto la vía férrea como las grandes comunicaciones por carretera -la AP-9 y la N-550 pasan cerca-. Justamente es la falta de tren la baza fundamental que hizo que el Puerto desechase la opción de Marín.
El propio presidente, Juan Carlos Surís, admitió el pasado jueves al hacer el balance anual de la gestión en el 2007, que el caso marinense «difícilmente» podía reunir las condiciones requeridas. Fuentes conocedoras de la operación añadieron ayer que el «difícilmente» expresado por el presidente el jueves implica más bien un imposible.
Surís no quiso explayarse en su comparecencia de esta semana sobre las alternativas para el ZAL, ni tampoco desvelar la ubicación, aunque diese pistas sobre la misma. En ese sentido apuntó que tenía que estar «ben comunicada» por tren y carretera, así como suelo disponible para usos logísticos. Sin aclarar sus posibilidades, sí admitió que estaban pensando en un lugar «cerca» y en el entorno de Marín, a la vez que admitía que sí se habían iniciado contactos con algunos gobiernos locales.
Pros y contras
La opción de Pontevedra tiene sus probabilidades con el futuro desarrollo de la segunda fase del polígono comercial del Bao, en la parroquia de Alba. El gobierno pontevedrés está redactando un nuevo Plan de Urbanismo, en el que se podría concretar una reserva para el ZAL, sin que desde las Administraciones competentes no se meditase otras parroquias de la capital. Otra posibilidad se podría encontrar en el entorno de la central de transportes de A Reigosa, en Ponte Caldelas, aunque tiene la pega de que la vía férrea no atraviesa este municipio.
Otra opción con muchos puntos a favor está en el polígono de Barro-Meis, aunque el tren no pasa por este área empresarial y sería necesario habilitar un ramal que lo enlazase.
Por último, se encuentra la alternativa de Vilaboa, más concretamente en las parroquias de Bértola y Figueirido. El problema de este municipio es la necesidad de aprobar el plan de urbanismo, que el actual gobierno afirmó que intentará conseguir en el presente mandato. No obstante, el portavoz del PSOE de Vilaboa, Francisco Barcala, afirmó desconocer el interés de la Autoridad Portuaria y de Política Territorial por crear un ZAL en este municipio.
El futuro polígono empresarial de Cangas-Bueu queda descartado por las mismas razones que el municipio de Marín. No tiene servicio ferroviario. Y en Marín, la sede principal del puerto, Xestur no prevé desarrollar un polígono antes del 2015, según el plan Elaspo de Vivenda.