La polémica entre Política Territorial y la Diputación a propósito de Barro-Meis va en aumento. Ayer, el organismo provincial replicó a las manifestaciones de la delegada del departamento en Pontevedra, Isabel Domínguez, con una nota de su director de Infraestructuras, Agustín Hernández. El ente provincial entiende que no hay argumentos técnicos que invaliden el estudio que realizó para los accesos al polígono industrial.

El responsable de Infraestructuras del organismo provincial señala en su nota que, por parte de los técnicos de la consellería, «no se han aportado razones objetivas, o de cumplimiento de la normativa vigente, que hagan inviable la propuesta de la Diputación»

«Los únicos argumentos en contra de las propuestas de la Diputación -dice- se refieren a aspectos subjetivos, como son ‘la situación del peaje de la AP-9’ o que ‘con la solución propuesta por la Diputación se afecta a la solución que en su día adopte el Ministerio de Fomento’».

No obstante, Isabel Domínguez apuntó la pasada semana que las ideas planteadas por la Diputación para resolver el problema no parecen una solución «ni muchísimo menos adecuada» y advirtió con claridad que podrían dar lugar a «una saturación de la playa de peaje» de acceso a la AP-9.

De momento, la Diputación no ha contestado a la propuesta de Isabel Domínguez de presentar un proyecto que pueda ser sometido a informe tanto de la Xunta como de Fomento. En la zona objeto de la polémica van a confluir en el futuro la autovía de Sanxenxo y la autovía Curro-Baión, además de la PO-531, que quedarán enlazadas mediante una gran rotonda de la que saldrá la autovía de conexión con la AP-9 y la futura A-57. En esta zona, la construcción del polígono obligó varias veces a cortar la autopista a causa de las voladuras.