La delegada provincial de la Consellería de Política Territorial, Isabel Domínguez, pidió ayer un esfuerzo a la Diputación de Pontevedra para acometer los enlaces del parque industrial de Barro-Meis con la AP-9. Precisó, en este sentido, que el departamento autonómico, que dirige María José Caride, no tiene competencia sobre los entronques, al tiempo que recordó que la promotora del polígono ya es titular de algunas carreteras.

Los enlaces del polígono están siendo objeto de una gran contestación vecinal en Curro. Una manifestación de medio millar de personas recorrió el pasado viernes la carretera PO-531 Pontevedra-Vilagarcía en protesta por las conexiones previstas y originó retenciones y tapones kilométricos en la zona. Al día siguiente, los vecinos volvieron a manifestarse ante la Diputación de Pontevedra.

Ayer, la delegada pidió al organismo provincial que actúe. «A Deputación de Pontevedra debe facer un esforzo para os enlaces ca autopista», señaló. «A consellería non ten ninghuna competencia sobre este asunto», matizó.

Los vecinos protestan porque la salida de camiones y del tráfico por el polígono se efectuará a través de la vieja C-531 y no quieren que la circulación vuelva a una zona rodeada de casas en la que se registró una elevada accidentalidad en el pasado.

Por su parte, la Diputación asegura haber enviado a mediados del mes de noviembre una «comunicación» a Política Territorial en la que pedía que el polígono tuviese enlace directo con la A-9.

La solución propuesta por los manifestantes es que el polígono tenga entrada y salida a la autovía que atravesará Barro-Meis para conectar la autovía de O Salnés con la autopista AP-9.

Además del problema del polígono, los vecinos reclaman que el tráfico local que continuará fluyendo por las carreteras de Mosteiro a Cambados y Vilanova, y por la vieja PO-531 vaya a parar a la macrorontonda de Curro.