La Xunta pretende traspasar a la Diputación las vías Boavista-Campañó y Bora-Barro

Varias carreteras que actualmente están en manos de la Xunta pasarán a depender de la Diputación si prosperan las previsiones del plan de la Xunta, entregadas ayer por la conselleira de Política Territorial, María José Caride, al titular del organismo provincial, Rafael Louzán. La Diputación dará respuesta tras un estudio técnico de la propuesta. Entre estas vías, que suman en total 105 kilómetros, figuran el vial que bordea Pontevedra por el norte entre Bora y San Antoniño (Barro) -ocho kilómetros sin acondicionar-, el que conecta Boavista (Poio) con Campañó en sus tres kilómetros de recorrido y el acceso al Mosteiro de Poio.

También cambiarían de dueño las carreteras Campo Lameiro-Vichocuntín -14 kilómetros hasta la carretera de Ourense en las proximidades del puente del Lérez- y los 15 kilómetros de A Estrada-Ponte Ulla, un vial con abundantes curvas. A manos provinciales pasarían asimismo el tramo Vincios-Couso, al este de Gondomar (10 kilómetros), la PO-310 Areas-Tomiño (7 ), la PO-354 As Patas-Loureza (4), la subida al Alto do Cordeiro en Valga (4), la PO-407 de Budiño al límite de Salceda (6) y un tramo de la PO-415 en As Neves (4).

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