El pabellón de Curro, en Barro, albergó ayer por la noche una reunión para analizar el proyecto de la glorieta a distinto nivel prevista por la Consellería de Política Territorial en la PO-531 a la altura de Curro, cerca de la iglesia. A la cita, que al cierre de esta edición no había terminado, asistieron unos ciento cincuenta vecinos. Residentes, políticos de todos los partidos de Barro y comuneros de la parroquia expresaron su rechazo a esta rotonda. Afirman que su diseño a distintos niveles de altura supondría un gran impacto, dada su proximidad a la iglesia y a una zona muy urbanizada.

Intervinieron el presidente de la plataforma de la PO-531, Manuel Corredoira, el alcalde, el popular José Antonio Landín, y miembros del BNG y del PSOE. Ayer no estaba prevista la adopción de movilizaciones, a la espera de una reunión fijada para este viernes con el director xeral de Obras Públicas, el autor del proyecto y la delegada de Política Territorial.

Antes de la asamblea, el BNG hizo pública su postura. Su portavoz, Xosé Manuel Fernández Abraldes, considera que el proyecto de la glorieta tiene que ser modificado. Además de proponer que se construya a nivel del suelo, enumeró otras sugerencias.

Las iniciativas del Bloque pasan por impedir el tráfico pesado de los polígonos industriales hacia el núcleo de Curro con la construcción de una conexión desde la zona del parque hacia el enlace que va a conectar todas las vías de alta capacidad hacia la A-57 y la AP-9; la mejora de la seguridad vial en el tramo de la carretera vieja en el lugar de Outeda; y que se suprima la vía de servicio prevista a la derecha de la glorieta desde la carretera de Vilagarcía al tramo de la vía vieja.