Muy fino va a tener que hilar la Consellería de Política Territorial para evitar nuevas movilizaciones de los vecinos de Curro. Cuando el conflicto abierto por el proyecto de ampliación de la PO-531 que une Pontevedra y Vilagarcía parece en vías de solución, se abre un nuevo frente de oposición vecinal, en esta ocasión por este enlace viario previsto para esta carretera en dicha parroquia.
Y es que el acuerdo tomado la pasada semana por el Consello de la Xunta en el que se declara la urgente ocupación de terrenos para la construcción de una rotonda ha supuesto la instalación una auténtica bomba de relojería a punto de estallar entre los vecinos. Éstos están ya moviendo ficha para tratar de paralizar una obra que, según indican, supondría colocar una rotonda de varios niveles en el medio de un importante núcleo de población.
La primera medida ha sido convocar una asamblea que tendrá lugar el martes a las 21,00 horas, en la que decidirán cuáles son las medidas que hay que tomar para “intentar parar el proyecto” y abrir un proceso de diálogo, según explicaba el presidente de afectados de la ampliación de la PO-531, Manuel Corredoira.
Está previsto que se ejecute como complemento del macroenlace previsto para conectar la autovía de O Salnés, la A-57 (circunvalación de Pontevedra) y la futura autovía a Vilagarcía. Permitirá conectar la PO-531 con este enlace viario y estará situada cerca del cruce que en la actualidad une la PO-531 con la AP-9, y dará también servicio al polígono de Barro-Meis. Asimismo, pretende resolver el acceso de los vecinos de la localidad, ya que el otro macroenlace previsto se limita a intercomunicar los viales de alta capacidad que atraviesan la zona.
No obstante, los vecinos plantean que la rotonda, tal y como está concebida, puede acabar con el pueblo. Estaría ubicada a la altura de la iglesia Santa María de Curro, en una zona bastante poblada. “Alí facemos a festa, por alí pasan teñen que cruzar nenos todos os días, pasa a xente que vai a misa…” explica el presidente de la Plataforma. Corredoira avisó de que “hai uns 30 ou 40 anos xa se anulou este tramo da carretera entre Pontevedra e Vilagarcía e se fixo unha variante pola gran cantidad de accidentes que había. Unhas 30 ou 40 personas faleceron aquí e agora, se volven a meter os 20.000 vehículos que pasan por esta carretera por aquí, non sei que vai pasar…”.
Otra cuestión que sorprendió a los vecinos es la rapidez con la que se han producido todos los acontecimientos. El jueves el acuerdo era adoptado por el Consello de la Xunta y el mismo viernes varios técnicos y operarios realizaban mediciones sobre el terreno para construir este enlace viario. Por este motivo, están convencidos de que deben reaccionar cuanto antes.
Corredoira ya ha hablado con los representantes de los 3 grupos políticos y los ha invitado a la reunión del martes. Sigue siendo partidario de abrir primero diálogo con la delegada de Política Territorial (quien ya visitó con él la zona afectada el viernes). Sin embargo, tal y como están los ánimos, cree que las movilizaciones son casi inevitables.