La conselleira de Política Territorial, María José Caride, y el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, escenificaron ayer el fin del reiteradamente denunciado «apagón inversor» en materia de infraestructuras en el municipio. La firma del convenio para cofinanciar el puente de As Correntes y la complicidad que se esforzaron por demostrar ambos políticos en su comparecencia pública, pusieron de manifiesto un cambio de rumbo en las relaciones entre las dos instituciones.
Política Territorial aportará tres millones a la construcción del nuevo viaducto, que ya se encuentra en período de licitación de proyecto y obra con un presupuesto de 7,2 millones. Pero con ser importante, la firma del convenio fue lo que menos atención recabó de la larga rueda de prensa de Caride y Lores.
La conselleira no desaprovechó la ocasión de referirse a otros proyectos en marcha en el entorno de la ciudad del Lérez. Por ejemplo, la mejora de la PO-531 en su tramo entre Pontevedra y Curro, que ha generado un enorme rechazo vecinal y político. «Gustaríame tranquilizar aos veciños dese tramo da PO-531 -indicó Caride-. En breve se lles informará dos cambios introducidos nese proxecto, pero quero tranquilizalos no senso de que son uns cambios que reducen sustancialmente as afectacións propostas no proxecto inicial».
La titular de Política Territorial subrayó que el proyecto pretende mejorar la capacidad y la seguridad de esta vía que constituye el primer tramo entre Pontevedra y Vilagarcía. Y resumió que una vez analizadas las legaciones que han sido presentadas, «imos incrementar a seguridade viaria e a capacidade nos tramos donde non existen vivendas aos lados; e melloraremos a seguridade viaria nos tramos onde temos carga de poboación aos lados».
Caride calificó este proyecto como «clave para mellorar as comunicacións de Pontevedra con Vilagarcía». Y añadió que se complementará con el nuevo nudo de Curro, que conectará la futura A-57 con la AP-9 y la autovía a O Salnés y que ya ha sido sometido a exposición pública; y con la autovía Curro-Baión, «un tramo totalmente novo que executará a Xunta».
Al hilo de las diferentes protestas vecinales que surgen por proyectos de carreteras, la conselleira pidió a los afectados y a los alcaldes «que non esquezan cal é o obxectivo da maioría das nosas accións, que é facer as estradas máis seguras». Recordó que Galicia «ten un nivel de accidentabilidade que non nos podemos permitir e no que temos que traballar responsablemente todos».