Los promotores del polígono de Barro-Meis confían en que surjan nuevos proyectos que compensen la decisión de la Caja Rural de Navarra de llevarse a O Campiño el proyecto de fábrica harinera con capacidad para producir 100.000 toneladas al año y que iba a generar 43 puestos de trabajo.

José Juan Durán, vicepresidente de la Diputación, entidad de la que depende el Ipespo, el instituto gestor del polígono, señaló ayer que los nuevos proyectos se conocerán cuando el organismo provincial convoque el segundo concurso de adjudicación de parcelas.

De momento, no existe, sin embargo, siquiera fecha concreta para este concurso, cuya convocatoria se ha ido aplazando varias veces desde el pasado verano. Al igual que hiciera Rafael Louzán hace unos días, Durán se limitó ayer a señalar que se hará «en los próximos meses».

La decisión de la harinera navarra de irse al polígono de O Campiño supone que siete parcelas más de Barro-Meis están ahora sin destino. De las 38 adjudicadas inicialmente, solo 31 tienen en este momento un compromiso de adquisición. Además, los 120.000 metros que habían sido otorgados ya a empresas se han quedado en 102.000 aproximadamente, dado que la fábrica de harinas iba a ocupar 18.000.

Urbanización en abril

El vicepresidente de la Diputación conoció ayer un informe sobre la marcha de las obras en el seno de la comisión encargada del seguimiento del polígono, enclavado junto al nudo de Curro en la AP-9.

Según este informe, a día de ayer estaban ejecutadas tres cuartas partes del movimiento de tierras, trabajos que se prevé rematen en marzo. A partir de abril, comenzarán la sobras de urbanización del parque empresarial con la contrucción de viales, aceras y servicios.

En términos presupuestarios, la obra realizada asciende a 3,2 millones de euros. Tras una visita de diputados al polígono, efectuada el pasado mes de septiembre, se había informado de que estaba ejecutado el 14% del gasto, es decir, 2,3 millones de los 16,8 millones en que fue adjudicada la obra.

Durán aseguró ayer que el polígono podría estar rematado a finales de año para que las empresas puedan comenzar a ocupar las parcelas a comienzos del 2009. Este plazo supone en la práctica un ligero retraso sobre la última fecha anunciada para la terminación. En un principio, Louzán había previsto rematar el polígono para comienzos del 2008, si bien técnicos del Ipespo indicaron el pasado mes de septiembre que estaría para el verano de este año. El aplazamiento de las obras puede influir en el desarrollo de futuras superficies industriales.